
Existen diferentes tipos de agua por su origen geológico. Cada una con características físico químicas y bacteriológicas diferentes
Existen también diferentes aplicaciones para cada uso. Diferentes normas cumplen requisitos diferentes para diferentes aplicaciones
Por lo tanto el primer paso antes de definir el objetivo de un tratamiento es realizar un análisis físico químico y bacteriológico de esa agua considerando su origen
Entonces se podrá definir cuál objetivo se busca para definir un tratamiento exitoso
Una vez se cumplan estos dos requisitos se podrá definir el tratamiento más adecuado para cumplir los objetivos buscados
El éxito de un tratamiento depende de cumplir de manera rigurosa esos dos pasos.